Entorno
Un paraíso en el Mediterráneo
El Entorno
El cortijo SIETE CALAS está situado en pleno corazón del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, reconocido internacionalmente por la Unesco como Reserva de la biosfera y Geoparque Mundial. Cuenta con más de 63 km de costa virgen, y un total de 45 espectaculares calas.
Debido al contraste de sus tierras áridas y volcánicas, el litoral de sus costas y la diversidad de su fondo marino, este entorno es uno de los más exóticos y peculiares de la geografía española.
Este enigmático lugar cuenta con más de 1.000 especies vegetales, siendo más del 40 % autóctonas del Cabo de Gata, como el Dragoncillo, la Clavellina y la Zamarrilla entre otros.
Se pueden encontrar en la zona especies típicas mediterráneas, como romero, palmito (única palmera autóctona en Europa), esparto, tomillo y albaida.
Para ello, se ha desarrollado una gestión eficiente de los recursos y energías, que permite preservar al máximo la naturaleza circundante y conservar su biodiversidad.
Por otra parte, el Parque Natural cuenta con uno de los mejores fondos marinos del Mediterráneo, tanto por su variedad, como por la riqueza de su ecosistema, formado principalmente por roca volcánica, arena y praderas de Posidonia Oceánica, fácilmente observables desde la superficie de sus cristalinas aguas.
También es habitual encontrar cangrejos, pulpos, estrellas de mar,… y una infinidad de peces (como mero, salmonetes, morenas, etc.)
El cortijo Siete Calas cuenta con una ubicación increíble, ya que entre otras cosas, se encuentra rodeado por un arco de 7 kilómetros de costa virgen, lo que permite un fácil acceso a toda esta biodiversidad marina.
En esta zona nos encontramos con una de las mejores playas del Cabo de Gata, la Playa del Playazo, de arena fina y dorada.
Cuenta además con el atractivo del cercano Castillo de San Ramón, con una preciosa cala situada a sus pies.
Es accesible desde el cortijo por una ruta a pie, se encuentra entre otras, la playa del Carnaje, ideal para el snorkel y el buceo.
Además, se podrá iniciar desde el cortijo una ruta de senderismo para visitar las calas de Piedra Blanca y Piedra Negra, las calas del Bergantín y la Polacra o desde el propio Carnaje, la cala de los olivos.
Rodalquilar: Un enclave minero
La villa de Rodalquilar, que se encuentra a tan solo 4 kilómetros de la finca, es un típico y encantador pueblecito andaluz, de casas blancas, con un gran pasado minero.
Durante la Edad Media, constituyó un enclave de extracción y tratamiento del alumbre, que entre otros usos, era un material imprescindible para fijar los colores en las telas.
Durante el siglo XIX, Rodalquilar vivió una auténtica “fiebre del oro”, atrayendo a empresas de toda España e incluso de América, a la explotación de sus minas.
Todavía pueden visualizarse fácilmente tanto sus construcciones industriales ya en desuso, como el propio poblado minero hoy en día abandonado, aunque aún puede pasearse entre sus calles.
También comentar que en el siglo XX existía una cantera de basalto para adoquines en el Cerro de los Lobos, que puede observarse camino de la playa del Carnaje.
El material extraído se acumulaba en la playa para su transporte posterior. Hoy en día, la playa se encuentra totalmente cubierta de estos adoquines pendientes de ser embarcados, lo que la dota de su peculiar biodiversidad y fondos curiosos fondos marinos.
La ruta de la piratería
Esta ruta recorre la costa de Nijar a través de sus fortalezas y torres vigías, que antiguamente proporcionaban protección contra los ataques de piratas y bereberes.
Varios puntos de la misma, se encuentran en el Valle de Rodalquilar.
Por un lado, camino del Playazo, nos encontramos con la Torre de los Alumbres. Fue construida en el siglo XVI como protección del pueblo minero y su fábrica de alumbre, situados en la playa del Playazo por aquel entonces y frecuentemente atacados por piratas y berberiscos.
Se trata de un pequeño castillo defensivo del siglo XVI, que aún hoy se conserva y que puede observarse claramente junto al camino de la playa.
También en El Playazo, todavía existe la batería de San Ramón, una fortaleza defensiva del siglo XVIII de 4 cañones construida para la protección contra la piratería de las minas de oro y plomo de la zona.
Decorados de cine
El mágico paisaje minero de la cuenca de Rodalquilar ha servido de inspiración incluso a cineastas, tanto por sus antiguas minas de oro, como por sus montañas recortadas por la actividad extractiva.
Películas como ¨Indiana Jones y la última cruzada», “Éxodo”, etc. han utilizado esta zona de escenario en alguna de sus escenas.